Pasó el tiempo, y cuando nos vimos, habías cambiado de estilo, de pelo...era un HOMBRE, eras mayor de edad...y yo una simple adolecente enamorada de un adulto.
Lo único que podía hacer era confesartelo todo...pero no tuve oportunidad, así que aunque sé que no lo leerás, y que si lo haces no sabrás que se dirige a ti, lo confieso.
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